Recuerdo bien la primera vez que aparecí por Denia, aunque no la fecha exacta. Sé que fue tras el verano del Mundial de Fútbol de 1982, celebrado en España. Fui por la carretera del cabo, la que une Denia y Jávea, a través de la costa. El aspecto era desolador, tierra quemada. El Montgó, poderoso macizo, atalaya que cierra el Golfo de Valencia y asoma la agreste y acantilada, a la vez que preciosa costa alicantina, estaba herido de muerte. Descubrí las consecuencias de lo que el fuego puede destruir, asolando la naturaleza. Se tiene la certeza de que éste fue intencionado. Y es que la estupidez del ser humano es como el mar, no tiene puertas, es, sin límites.
      Años más tarde, en busca de un  lugar de vacaciones no muy lejano a mi ciudad y en vista de que no me satisfacía lo visto en otros lugares arribé a Denia. Era un ático espectacular, con una terraza ovalada. Se accedía a través de una escalera de caracol. Situado entre la zona de San Nicolás y la playa de la Marineta Casiana. Nunca había estado en un sitio de playa tan tranquilo, "Oasis Beach". La causa hay que encontrarla en el modelo urbanístico de Denia. Es una ciudad en la que la mayoría de complejos creados son modelo "bungalow". Es decir,  recintos  con altura reducida donde el espacio es amplio  y con abundante vegetación y escasos residentes en comparación a  torres interminables de pisos.. Pura deducción lógica. A menos gente más tranquilidad. Al menos, en teoría.


Las Rotas. Zona del "ático" 

 
        Las noches eran espectaculares. La luna asomaba tras el Montgó. Tras la cena siempre caía en  una tumbona. Sobra decir que la brisa que se levantaba en la madrugada era la que expedía mis huesos hacia cubierta. El silencio y la calma, levemente azotados por la suave melodía de los motores de los barcos pesqueros,  presidían las lindas noches de julio.
      Sé que no estamos contentos con el modelo de construcción implantado en los últimos años; a pesar de ello, en Denia el máximo de alturas no se ha sobrepasado. Aunque hay que citar alguna excepción, como la torre situada en la ctra. de Las Rotas, detrás del hotel Port Denia y que tanto afea el paisaje. Esta se levantó sobre los años 70. Lo curioso de esta torre es que se empezó a construir otra gemela adjunta ella  y brotan los cimientos de tres o cuatro pisos  de ésta. ¿Por qué no se destruyen estos cimientos?. Es algo que no puedo entender. Por favor, si alguien del ayuntamiento u otro ente lo puede explicar se lo agradecería.
      Más estremecedor todavía es la urbanización fantasma de renacentista nombre, "El Greco", en la Lloma del Castanyar, en pleno Montgó .En 1973 una promotora suiza obtuvo licencia de obras y levantó edificación. Paralizada la obra en su día fue declarada ilegal en 1999 por el TSJ, al estar dentro del límite del Parque Natural del Montgó. A día de hoy, tras  casi cuarenta años de su construcción, la fantasmagórica obra es una clarividente muestra de la premiosidad de nuestra burocracia.

El Montgó y la torre que "daña" la vista


      La visita al castillo es una experiencia que no se ha de obviar. De origen romano, Dianium  llamada en esa época, constituyó la fortificación un enclave privilegiado en la vigía de la costa ante los ataques enemigos. En el interior destaca su museo arqueológico. Conserva piezas de cerámica, ánforas, encontradas de los naufragios de los barcos dedicados a la exportación, principalmente con Italia y con el norte de Africa. Ya fuera, en lo alto del alcázar, las vistas son espectaculares. Si tenemos la suerte de disfrutar de un horizonte despejado se puede divisar desde más allá de Oropesa hasta la cercana isla de Ibiza.
      El paseo por la calle Marqués de Campo -destacado político filántropo de la época (hoy en día no "casan" estas palabras así, tan juntas, ¿verdad?)- es muy agradable. La calle más comercial de la ciudad, flanqueada por centenarios árboles plataneros -no sé el nombre científico- es el epicentro de tiendas, restaurantes y locales de ocio. Pero lo mejor, para mí, está situado en la calle Carlos Sentí. Se trata  del mercado de Denia. La catedral. El templo de los productos frescos. Es todo un  placer acudir allí, a primera hora, en busca de fruta, verdura, pescado o carne. Es el "chicotet  Mercado Central". En cualquier puesto hay buen género y, además, serás bien atendido. Incluso existe más de una carnicería-charcutería regentada por nativa alemana. Y es que, por tierras de la Marina Alta proliferan los germanos. Muchos de ellos como residentes habituales, como otros dianenses más.

Castillo de Denia


      Denia goza de unos 20 km. de playas de aguas limpias. Dos zonas diferenciadas, las Marinas y las Rotas. La primera, playas de fina arena y la segunda, playas de piedra, las más cercanas al pintoresco cabo de San Antonio. Yo, que no soy muy playero, siento devoción por una playa en especial, la de Bovetes. Es inimaginable pensar que puedas aposentar tu silla en primera línea de playa un mes de agosto, a las diez de la mañana y, además, con unos accesos espectaculares. Aparco el coche tras la sombra de un  árbol y accedo al agua por rampas de madera, sin apenas pisar la arena. Es una playa accesible para personas con discapacidad física. Cuenta, por ello, con un puesto de asistencia y vigilancia de Cruz Roja. Casi todos los años le conceden la bandera azul.


Vista de Denia (las Marinas). Al fondo, y de frente, Cullera

   
      Otra playa curiosa es la de Marineta Casiana. Es una playa cerrada, tras la construcción del último paseo, el que accede a la Marina de Denia. Sin apenas oleaje y de aguas claras y poco profundas, es ideal para el baño de niños. Aunque tiene una pecualiaridad  y es que cuando pisas, el fondo de la arena es esponjoso. Antiguamente dicha playa era el puerto natural de la ciudad y en el fondo de la misma existe la posidonia, esencial en el ecosistema marino del Mediterráneo y garante de aguas limpias. Al parecer, cubrieron esta planta con arena para crear un firme más liso y, al pisar el fondo, dicha planta ejerce de amortiguador.
      Los domingos por la noche, en verano, se convierte este lugar en una playa-cine. Gratuito. Tan sólo tienes que aportar el bocata, el refresco y una silla. Tras el cierre del cine Condado, sólo queda el auto-cine, en las afueras de la ciudad -junto a N332-. Por cierto, fue el primero que hubo en España de este tipo.

Marineta Casiana

Marineta Casiana

      Desde esta misma playa y hacia Las Rotas existe un paseo que es una auténtica joya. De aquí, hasta el final, 4,3 km., ideales para pasear, hacer footing, ir en bicicleta o, simplemente observar el Mediterráneo. El Faralló, Helios, El Pegolí, Mena y Sendra son restaurantes bañados por este mar y que no dejarán indiferente a nadie. Al final del paseo se halla la senda que nos conduce a la Cova Tallada (cuevas en los acantilados) y a la Torre del Gerro -torre vigía del s. XVI-. Aunque esta ruta aún la tengo pendiente.
      No se debe dejar pasar la oportunidad de navegar por el Mediterráneo, azotado por la brisa y el sabor a mar, disfrutando de la Reserva Marina del cabo de San Antonio y sus acantilados. "Mundo Marino" te ofrece gran variedad de excursiones, a vela o motor. Desde Denia podemos viajar a Jávea, Calpe y Altea.
      Es muy bello, asimismo, hacer una excursión por la carretera Denia-Jávea, atravesando el Montgó y llegando al faro del cabo de San Antonio. Desde aquí hay una bonita panorámica de la costa y calas de Jávea, el peñón de Ifach y las sierras de Bernia y Aitana. De frente podemos divisar, si el día es claro, la isla de Ibiza.
      De vuelta a Denia se observa el Montgó por la otra cara -desde Jávea- y de canto, ofreciéndonos una visión totalmente distinta a la que nos ofrece desde Denia.

Paseo de las Rotas, con la torre del Gerro y el cabo de San Antonio

      Una nueva zona de ocio y diversión ha ido emergiendo a raíz del nacimiento de la Marina de Denia. Gestada para el uso y disfrute de amarres, alquiler y venta de barcos y material de todo tipo del fascinante mundo naútico. Restaurantes, pubs y tiendas se han integrado en esta zona ofreciéndonos un atrayente entorno. Es muy agradable caminar por el paseo que nos lleva hasta ella, acercándonos al mismo tiempo a la bocana de salida de las embarcaciones. Desde aquí se puede contemplar la salida del ferry hacia las Baleares. La compañía Balearia -originaria de Denia y con sede social aquí- es la que opera los viajes a Ibiza, San Antonio, Formentera y Palma.
      Por cierto, y a quien corresponda, que en este caso es a la Generalitat Valenciana, a la que compete la gestión del puerto de Denia. En el nuevo muelle, Moll de la Pansa, que es donde se embarca para el ferry, no hay estación marítima  Da aspecto de provisionalidad. Además está lejos para ir andando con maletas y no hay un transporte alternativo para llegar allí.Y ya, de paso, que iluminen y reordenen la zona de las actuales instalaciones portuarias. Actualmente, tas varios años de uso del nuevo muelle, se están ejecutando las obras del edificio marítimo.


Salida del ferry hacia las Baleares
    
Marina de Denia


      Venir a Denia y no probar el arroz a banda sería una puñalada para nuestro estómago. Realizado en un sofrito de gran variedad de  pescado se hace un caldo  a banda -aparte, en valenciano-, del arroz. Posteriormente se le añade dicho caldo al arroz. Como condimento final se sirve "alioli" (ajoaceite). Este manjar se elabora en una paella, nunca en una paellera -vasto término adoptado por la RAE- y que para mí hace referencia al fogón de gas en el que se puede cocinar la paella (aunque lo ideal es hacerla a leña). El   término paella proviene del latín "patella" (sartén). El recipiente donde se realiza se llama paella. Al arroz obtenido se le llamó arroz en paella adoptando posteriormente el término de paella. Dicha acepción vale tanto para el recipiente como para el plato.  Cada año se celebra,  y desde hace más de veinticinco, el concurso internacional  de arroz a banda Ciudad de Denia, en el que participan más de 350 restaurantes.
      . Junto al arroz a banda, el gran estandarte de la gastronomía local es la gamba roja de Denia. De exquisito sabor, el secreto del mismo y su precio hay que encontrarlo en la localización de la gamba y en su escasez de capturas. Llegó a alcanzar los 250 euros/kilo en navidades del 2006. Su precio, hoy en día es, aproximadamente, la mitad. Se localiza este crustáceo entre el cabo de San Antonio y la isla de Ibiza, en lo que los pescadores denominan Canal de Ibiza, a mitad de camino de las Pitiusas. A propósito, nunca valoramos lo suficiente el abnegado y duro trabajo del pescador.
      La gamba roja habita a unos 600 m. de profundidad en zona de escasas corrientes de agua. Estos factores son fundamentales para dotarla de una finura exquisita. La mejor forma de cocinarla es hirviéndola, no a la plancha, pues así mantiene sus propiedades y sabor. La cocción ha de realizarse en agua de mar. Si no se dispone de ella, en agua mineral y sal marina, a razón de 20 gr.sal / litro de agua, siguiendo los consejos del cheff  Quique Dacosta, máximo exponente de la cocina dianense y uno de los más cualificados de España.  Otros productos muy demandados son los erizos de mar, pulpo seco, pescado fresco, llandeta de peix, buñuelos de calabaza y coca maría (bizcocho con canela y azúcar).


Atardecer en La Marina de Denia
   
   
    En el puerto se situa la lonja de pescadores. De lunes a viernes, a partir de las 17 h.  se procede a la subasta del pescado. Ver como llegan los barcos de pesca, el proceso de descarga y la puja final son una hermosa experiencia. Frente al mismo se sitúa  la explanada Cervantes, en honor al insigne escritor Miguel de Cervantes, que anduvo por aquí en 1580,  tras su exilio en Argel. Fácilmente reconocible por poseer un paseo en el que se integran esbeltas palmeras en las que anidan gran cantidad de parejas de cotorras. La algarabía de éstas son mero altavoz del lugar.
      A la nostalgia pertenecen ya los innumerables homenajes que me dediqué en el restaurante Explanada, !qué pena!, cerrado en la actualidad. Por tan sólo nueve euros te ofrecían dos platos, bebida y postre o café. Con la particularidad de que el primero, basado en arroces, te lo servían en la misma paella. !Qué lujo!.
En este paseo  se halla el mercadillo de artesanía, con sus casetas de colores. En él podemos encontrar gran variedad de objetos hechos a mano, óleos, bolsos, prendas de vestir y sus complementos, etc.
      Un bonito edificio del lugar en el que hoy se ubica un hotel es el de Les Drassanes, del siglo XVI. En él se construían y reparaban barcos. A partir de él se sitúan numerosos restaurantes,  junto al antiguo barrio de pescadores Baix la Mar. Pasear por allí en horas de comida, con el olor a pescado, aroma de arroces, es una buena manera de abrir el apetito. Los "guiris" se disponen, raudos, en las terrazas. A las 12,30, al mediodía, o sobre las 19,30, a la cena, ya están "masticando".! Buen provecho , guten appetit, bon appétit, buon appetito !.
      Dejando a banda lo gastronómico y volviendo la vista hacia la explanada Cervantes, subiendo por la calle de la Mar, al final, a la derecha, nos encontramos con un largo pasaje que cruza el castillo. Utilizado como pasadizo peatonal en la actualidad, fue usado como refugio antiaéreo durante la guerra. Nos hallamos en la plaza del Consell, la de las escaleras, lugar de celebraciones varias. Muy cerca, el edificio del ayuntamiento. Nos adentramos en el casco histórico. La calle Loreto es un buen lugar de tapas y bares.  Aquí está la taberna más antigua de Denia, casa Miguel Juan, desde 1929.
      En esta misma calle está el convento Nuestra Señora de Loreto, de las Agustinas Descalzas, de 1604. Se ubica, muy próxima, la casa natal -una cerámica en la pared así lo atestigua- del Pare Pere . Fray Pedro Esteve (1583-1658) fue un fraile franciscano entregado en cuerpo y alma a los pobres. En la ladera septentrional del Montgó se ubica una caseta de piedra donde se refugiaba este fraile y una bella ermita enlosada de cerámica con frases y citas del Pare Pere.
      Muy cerca de aquí está el Museo Etnológico, en una bonita casa -calle Cavallers,1-. Allí podemos descubrir que el cultivo y la comercialización de la uva pasa fue el gran motor económico de la ciudad en la segunda mitad del s. XIX.
      Los otros museos de Denia que no hay que perderse son el Museo Arqueológico -en el castillo- y el Museo del Juguete. La primera industria juguetera data de 1904. En él podemos encontrar juguetes de hojalata y de madera. Situado en el edificio de la antigua estación de tren de la línea Denia- Carcaixent.
      Hablando de trenes, en la estación de Denia podemos ir hacia Alicante, en un precioso viaje pleno de túneles y mar. Hacia Valencia, como antiguamente, no. Se está reivindicando, desde hace muchos años, el tren Gandía-Denia. Al parecer será una realidad en un futuro no muy lejano. Al menos, el proyecto empieza a moverse por parte del Ministerio de Fomento y de Generalitat Valenciana.


Ladera norte del Montgó. Ermita del Pare Pere.
     
      El macizo del Montgó -753m.- separa las localidades de Denia y Jávea, ofreciendo un aspecto diferente según se divise desde una localidad u otra. Fue declarado, en 1987, Parque Natural, debido a sus valores de fauna, flora y paisajísticos. Desde Denia se trazan tres rutas de senderismo : a)  Racó del bou  -  b) Cova del aigua  - c)  Cova del camell-creueta.
      Cada verano subo a esta montaña de poder atrayente, magnético. Lo idóneo es subir en los meses en los que el ambiente está más despejado, sin calor, -de. octubre a marzo-. Si se realiza en el estío, lo adecuado es realizarlo a primera hora de la mañana, al amanecer, casi de noche. No puede faltar una pequeña mochila con agua y algo de alimento.
      Realmente soy un  especímen montgoniano. Me relaja, adquiero serenidad, quietud, bienestar cuando me hallo en él. En cualquiera de las zonas en las que me he alojado. Belén, Troyas, Pedrera, San Nicolás o Marquesas, Constituye una auténtica batería de iones, una fuente de energía. Es una acumulador natural que me recarga. Cierto es que esta efigie montañera (Monte Kaón, para los árabes), cada año más verde y poblada, merece un  capítulo aparte. Seguro que en otra ocasión. Se lo merece.
      De las fiestas de Denia se pueden escribir cientos de líneas. De hecho es el municipio español en el que se celebran más fiestas. En todos los meses del año, excepto abril, hay alguna celebración. Fallas, Moros y Cristianos, Hogueras, Santísima Sang-Bous a la mar son las más destacadas.
      A Denia pertenecen las pedanías de La Xara, Jesús Pobre y La Pedrera. Según la OMS, el clima de Denia (Marina Alta) es uno de los más sanos de todo el planeta. Posee una media anual de 19ºC. Si piensas que no hay suficientes motivos para venir a Denia, ven y compruébalo. No te defraudará.



   

         " A ti, Daniya, que amaneces peinando el Mediterráneo.
            A ti, Dianium, que duermes abrazada al Montgó.
            Las dos, fundidas en un mismo nombre,
            un mismo sueño fácil de acariciar:  Denia, diosa diana"
                                          
                                                                                           Benet
                                                                                    

 




      ENLACES DE INTERÉS 
    


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     http://www.minube.com/que_ver/espana/alicante/denia





        BIBLIOGRAFÍA / WEBGRAFÍA 


      
      Ajuntament de Dénia


      Cofradía de Pescadores de Dénia


      Oltra Perales, Enrique


      www.info-costablanca.com


      www.informacion.es


      www.larazon.es


      www.lasprovincias.es


      www.levante-emv.com


      www.quiquedacosta.es 
      
      Gracias especiales a Roque Chabás  (Dénia 1844 - Valencia 1912), historiador de la ciudad de Dénia y del Reino de Valencia, sin cuya obra hoy en día no tendríamos tanta información.




      OTROS BLOGS DE AUTOR: 
   
                                       
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